Frente al pensamiento generalizado, que antes los pianos eran mejores a los que se fabrican hoy en día, y que es mejor comprar un piano usado a uno nuevo, queremos demostrarles que ese pensamiento es totalmente erróneo:
- La rigidez estructural que soporta el piano, en torno a 20 toneladas generadas por las cuerdas sobre el bastidor verticalmente y los 200 kg de las cuerdas sobre los puentes y tabla armónica, no lo soporta ningún otro instrumento musical, por lo que está demostrado que con el paso de los años, esa tensión termina provocando deformidades y desequilibrios.
- El mecanismo que se emplea para generar el sonido requiere de un preciso ajuste, que se va modificando por desgaste con el paso del tiempo.
- Al no ser un instrumento que el mismo intérprete puede hacer mantenimiento, hace que sea más costoso y no siempre regular.
Cuando compramos un piano nuevo:
- sabes los que compras. Sobre un usado, en particular si es importado de otro país, es difícil evaluar cuanto ha sufrido ese piano y el mantenimiento que ha tenido.
- A nivel de precio, los pianos usados, están sobre-valorados, de hecho hoy en día se ofrecen pianos de más de 30 años por precios que superan varias veces lo que pagaron por él sus primeros dueños.
- los pianos nuevos tienen una esperanza de vida mayor, no han sufrido desgaste ni sus elementos llevan décadas sufriendo estrés. Y además no presentan innovaciones que les doten de mayor esperanza de vida como puedan ser el 5º barraje o el arpa perimetral.
- Obtenemos un instrumento en óptimas condiciones. El piano nuevo es la mejor opción para los estudiantes de piano, ya que su técnica se practica sobre un instrumento de respuesta uniforme que transmite correctamente su interpretación.
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